lunes, 9 de agosto de 2010

la ville est plus belle à vélo...

Así se presenta Velib, el sistema de alquiler de bicicletas que el ayuntamiento parisino dispuso ya hace tres años, uno de los más completos y más reconocidos de toda Europa. Ahora además, gracias a la aplicación AllBikesNow cada usuario puede conocer vía GPS el punto de recogida o de entrega más cercano o la disponibilidad de bicicletas en éste.

Pero no hace falta una tecnología extraordinaria para llegar a alcanzar tal éxito. Basta con ponerse en el lugar del usuario para saber qué hace que un sistema de alquiler de bicicletas públicas funcione con éxito.

ESTACIONES
No sirve de nada que un sistema sea gratuíto si para buscar una bicicleta tengo que coger un autobús. El número de estaciones que nos encontremos a nuestro paso ha de ser muy elevado, y esto es algo en lo que muchos ayuntamientos han acertado y de lleno. Además de París, ciudades como Bruselas garantizan que cada 300 metros nos encontraremos una estación. ¡Increíble!

DISPONIBILIDAD
Tampoco me sirve de nada tener un punto de alquiler cada 100 metros si a las 6 de la tarde me retiran las bicicletas. Es por ello que la mayoría de ciudades ofrecen servicios de 24 horas, 7 días a la semana, para poder garantizar que sea cual sea la hora a la que el usuario necesite la bicicleta, ésta estará ahí esperándole.

SEGURIDAD
Es muy importante que, en ausencia de estaciones próximas, dispongamos de un sistema de seguridad para inmovilizar la bicicleta y evitar posibles robos. Muchos ayuntamientos han fallado en esto, y para ejemplo el de Londres con su reciente y mediática entrada en este mundo del alquiler público. Si tu ciudad no puede disponer de un número elevado de estaciones, haz que el usuario pueda asegurar el bienestar de su bicicleta.


PRECIO
Aunque a priori pueda parecer uno de los factores más importantes, es totalmente secundario. Yo no utilizo un sistema de alquiler público porque cuando salgo de trabajar ya las han retirado, porque el punto de alquiler más próximo está a 15 minutos de mi casa o porque tengo que llevar siempre un candado por si en algún momento tengo que hacer uso del servicio. Pero muy raro es quien no lo usa por su precio.

Casi todos los sistemas de alquiler respetan la primera media hora de uso y no cargan tasa alguna por estos primeros minutos. A partir de entonces cargan tasas mínimas (50 céntimos en Barcelona o £1 en Londres) por la siguiente media hora. Para garantizar que se usa como modo de transporte, las tarifas se multiplican para las siguientes franjas de tiempo.


Al final, desafortunadamente, son pocos los ayuntamientos que se han metido en nuestro papel para diseñar un servicio a conciencia, sin dejar cabos sueltos. Por ello nosotros, desde nuestra pequeña Pamplona, seguiremos rodando sobre nuestras Booster Bikes. ;)

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